COMO SI EL TIEMPO NO TRANSCURRIERA*

lunes, 13 de julio de 2009


Dos eran las propuestas para hacer el trabajo práctico de final de trimestre: la película Z32 de Avi Mogravi o la cobertura periodística del conflicto campo-Gobierno durante el 2008. Los del fondo a la derecha junto con los que se arrinconan al lado de la ventana con tal de conseguir un poco de aire en la agobiante mañana, no dudan ni un instante en elegir la segunda opción. Por el contrario, algunos pocos otros como yo optamos sin titubear ni un segundo por hacer el escrito sobre la película. Me encanta el cine y me parecía interesante el tema que trataba el film. En el colegio nunca profundizamos acerca del conflicto árabe-israelí actual, sino que más bien aprendemos sobre el judaísmo y su historia. Me parecía, entonces, una buena oportunidad para averiguar más a fondo acerca de dicha problemática.

Era sábado a la noche cuando caminábamos hacia la salida del cine mientras comentábamos la película, intercambiábamos opiniones acerca de su novedoso formato y el uso de las máscaras cuando escuchamos a una madre explicarle a su pequeña hija que las máscaras las utilizaban para ocultarse porque tenían miedo de que familiares de las víctimas los reconocieran y quisieran matarlos. Sorprendidas estábamos por la edad de la pequeña. Unos días más tarde nos encontrábamos en la clase de lengua debatiendo nuevamente pero esta vez con la intervención también de Vero, nuestra profesora. Y ahora sin más, paso a narrar las conclusiones a las que llegué.

El protagonista es un joven israelí que participó de la Tzavá y la antagonista es su novia quien cuestiona y critica la actitud que tuvo su pareja en un episodio concreto, tema del film. Le pide que piense en la vida que tenían los palestinos que fueron sus víctimas, en el vacío que dejaron para sus seres queridos. Ella lo considera una especie de asesino, por eso odia hablar del tema. Sin embargo a él le importa mucho su opinión ya que constantemente le pregunta si está enojada y le pide que cuente la historia desde su punto de vista.



Al igual que en la estructura externa de la tragedia griega, en el film hay una alternancia entre la acción de los personajes individuales (el protagonista y su novia) y la reflexión del coro como personaje colectivo en el que Avi Mogravi es el director del film rodeado progresivamente de cada vez más músicos que lo acompañan en su autoreflexión. A través del canto narra los sentimientos y actitudes de los personajes, conmoviéndose ante sus desgracias. Hay diálogo entre este corifeo que es el propio Mogravi y los "personajes" (que son personas), lo cual se puede ver reflejado al comienzo cuando conversa Avi con el protagonista acerca de cómo será el film y en segunda instancia, mientras se dirige junto a él y durante toda la recorrida por el lugar del crimen.
A diferencia del coro en las obras teatrales leídas (Edipo Rey y Antígona), en este caso, el Coro-Mogravi toma una postura desde la ciudadanía más que desde la religión. Expresa un pensamiento laico. Se puede pensar que el coro es la explicación que quiere transmitir el autor al espectador.

Por otra parte me parece fundamental diferenciar dos momentos de la postura del joven en donde podemos apreciar una notable contradicción.
En una primera etapa el israelí siente orgullo por lo que hizo. Vemos aquí el concepto de hybris (su locura, falta de equilibrio e irracionalidad) al disfrutar y sentir felicidad, teniendo una sonrisa pintada en la cara mientras acababa con los palestinos. Agrega que no sintió culpa ni compasión por ellos, su única justificación era que “simplemente estaba cumpliendo con su misión”. (lo que le ordenaron hacer). Al igual que Creonte cae en la hamartía, es decir, el error trágico -la primera acción concreta que trae tras de sí todas las demás desgracias- por un sentimiento nacional.E n Antígona la hamartía se produce en el momento en que Creonte sentencia la muerte a todo aquel que se atreva a contradecirlo, enterrando a Polinices, porque quería dejar claro que el traidor a la patria sería castigado aun ya muerto, para que nadie tuviera la idea de avanzar contra Tebas otra vez.

Sin embargo, en una segunda etapa se produce su arrepentimiento. El objetivo del film es justamente el de su confesión. Se puede hacer referencia así al pathos: dolor, sufrimiento que siente el héroe trágico al arrepentirse. En Edipo Rey ocurre la anagnórisis, el reconocimiento, cuando Edipo descubre que su esposa es su madre y que él es el asesino de su padre, el rey Layo. La hamartía en este caso se había producido en este caso cuando Edipo, que ha mandado a llamar a Tiresias, el adivino que revela toda la verdad, en lugar de reconocer el poder de su palabra divina, lo maltrata ciegamente y empieza a tratar de demostrar que es un charlatán mentiroso e interesado (y también podría decirse que cuando intenta evadir su destino al huir de su tierra adoptiva en Corinto).

Respecto al protagonista de la película, este nota que algo anda mal al sentir placer en quitarle la vida a un individuo. Se da cuenta de que el tener estos sentimientos le compete únicamente a su persona y sólo él puede hacer algo para cambiarlo. Reconoce que en Inglaterra lo podrían llegar a castigar por crímenes de guerra.

“Para que pueda mover al efecto deseado, Aristóteles plantea como ideal para la tragedia que el curso de la acción siga el sentido de una dicha inicial a una desdicha final. Peripecia es un giro de la acción en un sentido contrario al que venía siguiendo, un suceso más o menos inesperado que cambia con brusquedad el sentido que traía la acción. Debe tenerse en cuenta que mientras que el héroe trata de resolver positivamente el conflicto, el destino se empeña en llevarlos a mal puerto”. En el caso de la película, el joven israelí pasa de estar en su momento de gloria, de orgullo personal al arrepentimiento y deseo de volver el tiempo atrás.
Esto mismo ocurre con Edipo y Creonte que de ser los reyes y estar en la cima siendo envidiados por todo el mundo caen en la desdicha total. El primero termina siendo el asesino de su padre y el esposo de su madre. Al enterarse, su mujer se suicida y el infortunado se arranca los ojos para no ser más testigo de su propio sufrimiento. Finalmente cumple con el edicto que él mismo había dictado: el asesino de Layo tendría que abandonar la tierra para siempre. De esta manera se aleja del resto de su familia para siempre. En Antígona, Creonte termina sin su hijo, quien se suicida por haber intentado alzar la espada contra su padre, y sin Eurídice que tampoco puede tolerar la situación y decide terminar con su vida.

Los lectores y/o los espectadores de la tragedia atraviesan el proceso de catarsis que implica dos momentos: uno de identificación y de sufrimiento por la acción y otro, de liberación de ese dolor, apaciguador y placentero. Uno se mete en la historia ya que es verosímil y sufre junto a los personajes pero finalmente siente un alivio cuando toma lugar la resolución. En el caso de Edipo Rey y Antígona en el final cada uno como consecuencia de su error, recibe su merecido. Ya nada más puede pasar. El conflicto ya terminó y se resolvió.
En la película, uno sufría mientras el protagonista contaba qué era lo que él había sentido mientras mataba pero una vez que confiesa su arrepentimiento, uno nota un gran alivio. Nada malo puede ocurrir ahora.

“El hombre que, sin ser excelentemente virtuoso ni justo, viene a caer en la desgracia, no en razón de su maldad y de su perversidad, sino como consecuencia de un cierto error que ha cometido, un hombre que pertenece – el héroe- a los que están situados en alto grado de honra y prosperidad. Al mismo tiempo, debe ser un carácter lo suficientemente fuerte para hacerse cargo de su destino, para asumir la realización de los actos superiores que lo llevarán a la desgracia: no es un mediocre”. Considero que el israelí de la película no es un héroe ya que no revela su identidad, admite y reconoce su error pero no es lo suficientemente valiente para sacarse la máscara y aceptar su porvenir.




Para finalizar:
Aunque en un comienzo me costó ubicarme en la película, me gustó mucho y pienso que fue una gran elección haber trabajado sobre esta.

* Z32 tiene una estructura semejante a las tragedias griegas que tienen más de 2500 años de antigüedad. Los años pasan pero se sigue manteniendo el mismo "formato".

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